Amor
Mi amor tiene forma de araña, mínima, negra, letal. Escala por el cuello del elegido, cruza hasta la nuca, se arrastra hacia la oreja y ahí se hunde, desaparece , anida para siempre. Es mi mensajera, susurra intrínsecas palabras hechiceras, constantes, inesperadas; llegando a volver casi loco al sujeto. Comenzando por alterar su respiración, haciéndola rápida, entrecortada, arrítmica. Luego acelera el corazón. El veneno invisible ha hecho su trabajo: corre por la sangre desesperada que comienza a volverse densa.