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Mostrando las entradas de octubre, 2008

He renunciado a ti, serenamente, como renuncia a Dios el delincuente.

La Renuncia. Andrés Eloy Blanco He renunciado a ti. No era posible Fueron vapores de la fantasía; son ficciones que a veces dan a lo inaccesible una proximidad de lejanía. (...) ...He renunciado a ti, serenamente, como renuncia a Dios el delincuente; he renunciado a ti como el mendigo que no se deja ver del viejo amigo; Como el que ve partir grandes navíos como rumbo hacia imposibles y ansiados continentes; como el perro que apaga sus amorosos brios cuando hay un perro grande que le enseña los dientes; Como el marino que renuncia al puerto y el buque errante que renuncia al faro y como el ciego junto al libro abierto y el niño pobre ante el juguete caro. He renunciado a ti, como renuncia el loco a la palabra que su boca pronuncia; como esos granujillas otoñales, con los ojos estáticos y las manos vacías, que empañan su renuncia, soplando los cristales en los escaparates de las confiterías... He renunciado a ti, y a cada instante renunciamos un poco de lo que antes quisimos y al final,